Los ecosistemas naturales de nuestro entorno no están libres de la acción humana. Intervenimos en todos ellos de una manera más o menos intensa. Las prácticas que se vienen desarrollando en ecosistemas agroforestales, forestales y agrícolas unidas a los cambios bioclimáticos derivados del Cambio Climático han llevado a importantes desequilibrios que están suponiendo daños en especies arbóreas o faunísticas de gran importancia y reduciendo la productividad de estos ecosistemas.
Comenzamos tímidamente a ser conscientes de que los daños y desequilibrios nos afectan directamente, que son nuestros cultivos, nuestro ganado, nuestros aprovechamientos forestales los que se ven perjudicados.
En la necesidad de solucionar este desequilibrio se han investigado multitud de aspectos separados del mismo por la comunidad científica, universidades y centros de investigación que han llegado a importantes conclusiones para la mejora de factores concretos. Introducir la visión holística, las ganas de intervenir reequilibrando los ecosistemas a través de un equipo multidisciplinar ha sido un reto. Estudiar e investigar, partiendo de todo lo ya estudiado e investigado, aplicándolo a grandes ecosistemas con factores tanto micro como macro donde no se pueden dejar organismos control, se vuelve una inquietud y aplicarlo todo a la realidad para solucionar desequilibrios, una forma de vida.
El Cambio Climático es un hecho cuyo avance hay que frenar, no emitiendo más, pero además es necesario adaptarse a las nuevas incertidumbres climáticas mejorando la resiliencia de nuestros ecosistemas agroforestales. El equilibrado de ecosistemas, es la solución de ECUÓRUM para la adaptación y el aumento de la resiliencia.
Las necesidades que los ecosistemas cubren a la especie humana hacen que su daño se convierta en pérdidas económicas y carencias. Hay ecosistemas como la Dehesa que tiene desequilibrios fuertes y está sufriendo disminuciones severas de la densidad arbórea a causa de ello. Este ecosistema es clave en España, por tratarse de nuestro mayor sumidero de CO2, por ser la base económica de muchos entornos rurales. Por ello se ha considerado prioritario perfeccionar técnicas de diagnóstico y herramientas de actuación para trabajar en el equilibrado de la dehesa y conseguir su recuperación.
Objetivos para 2016, trabajar en el equilibrado de ecosistema para conseguir la adaptación al Cambio Climático mejorando la resiliencia de nuestros entornos rurales.